Cita de la semana

"Dicen que los jugadores de futbol somos como esclavos. Si esto es esclavitud, denme una cadena perpetua"
- Bobby Charlton, campeón mundial en 1966

jueves, 13 de agosto de 2009

Vale la pena


Entre las diversas ocupaciones que trae consigo trabajar en una revista y entre el receso veraniego del futbol mexicano, mi insolencia no me permitió escribir en este, mi tan querido blog. Recibí una queja el pasado viernes en el Bull de mi buen amigo el Oso. Pido disculpas y lo retomo con responsabilidad (chale, qué mamón ¿no?).

Fuera de broma, creí muy pertinente volver a escribir a pesar del pésimo paso de los Pumas Campeones en este Apertura 2009. Campeonitits, desconcentración, errores...no lo sé. Confío en que se recuperen. 

Sin embargo, hoy el tema es otro, hoy el tema es mucho más grande, hoy el tema es sólo uno. 

El último de mis posts en este espacio, lanzaba el cuestionamiento de "si vale la pena" seguir confiando a ojos cerrados en nuestra selección. Sin más ni más, concluí que ¡claro que valía la pena! Pero fuera de cualquier romanticismo u optimismo injustificado, ayer, 12 de agosto, la Selección Mexicana de Futbol nos demostró (junto con la gente) que siempre va a valer la pena.

Juan Luis, editor adjunto de la revista, me comentaba su sorpresa al "confiar a ojos cerrados en algo que, en realidad, nunca ha demostrado ser tan bueno" y en "siempre estar ahí a pesar de que ellos (la selección) nunca ha estado ahí para nosotros". Yo sólo le respondí que era una cuestión cultural de nuestro país y que la gente se aferra a ello. Es así y punto, como el amor. Incondicional. 
                                                  
A las 3:00 de la tarde de ayer, comenzó una batalla que tenía mucho tiempo gestándose. Todos, inmediatamente entendimos que este juego representaba mucho más y decidimos que "valía la pena" llenar el Azteca. Después de un gol tempranero de parte de los norteamericanos, los ánimos estaban caídos, sin embargo México no desesperó y planteó un buen partido. Vino el empate por conducto de Israel Castro con sendo zapatazo de campanita. Javier Aguirre hizo buenos cambios y para el segundo tiempo llegó el del gane por parte de Miguel Sabah. 

Y se hicieron los festejos.

En palabras de Javier Aguirre -un tipo que siempre he pensado articula muy bien sus pensamientos- " hoy es un día para estar contentos, echarse un par de tequilas o más, y mañana todos salir a chambear con muchas ganas, hay que recordar que todavía no se consigue nada, pero vale la pena estar contentos".  Si estas palabras no se interpretan como: a la gente, y por ende al país, le hace muy bien que nuestra selección gane, entonces jamás se logrará entender por qué vale mucho la pena apoyarlos a muerte. Porque no sólo se trata del bienestar de nuestros "ídolos", sino del bienestar, aunque sea momentáneo, de todos nosotros.

Me permito citar a Gerardo Mascareño, ex-futbolista mexicano y ahora columnista en mediotiempo.com 

"(...) la Selección Mexicana involucra mucho más que sólo a once, una pelotita, pasto y porterías, es nuestro representativo nacional, no dice "México" a la altura del corazón porque se les ocurrió ese lugar de casualidad, no tiene nuestro uniforme los colores de la bandera porque los jugadores se ven más delgados o atléticos con ellos, no se canta el himno nacional antes del partido sólo para esperar que se llene el estadio, es México, es nuestro país, eso no se toma a la ligera, no podemos tirar "mala vibra" sólo para ver que se dice o escribe al día siguiente."

Recomiendo, por supuesto, leer la columna completa de Gerardo titulada "Arriba México Cabrones" en mediotiempo.com 

Sin más por el momento, me despido. Hoy tengo que trabajar y sí, lo voy a hacer con muchas ganas y muy contento. Y seguramente las cervezas de este fin de semana las voy a disfrutar mucho, como todos ustedes, gracias a la Nuestra. Vendrán otros partidos y otros retos pero este 12 de agosto, no se olvida.

La verde es eso y más

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